jueves, marzo 03, 2011

Imperial State Electric... más gas


Ayer acudía a Bilbao con la expectativa alta ante lo que me podía encontrar en el Kafe Antzoki. Con la expectativa alta, pero también con la duda de cuál sería el resultado. Imperial State Electric es la continuación musical y deriva lógica de una banda que ha marcado, a mi entender, el rock underground europeo de la última década. Una banda ya mítica en los mentideros rockeros que se precien, The Hellacopters.

Decía que es la heredera legal porque al frente de Imperial State Electric está quien fuera frontman y principal compositor de Hellacopters, Nick Royale Andersson. Pero también la duda porque la banda que acompañaba a Nick en Hellacopters era algo más que meros acompañantes. Eran un combo muy potente en estudio, pero especialmente en directo.

Imperial State Electric puede considerarse además la derivada lógica de la evolución musical de Hellacopters desde el punk rock más eléctrico (Impagable Payin’ the dues) hasta un hard rock de nivel muy alto en el que fuera su último álbum original en estudio, Rock & Roll is dead.

El primer disco de Imperial State Electric es todavía de un rock más sosegado que el que Hellacopters venía imprimiendo en sus últimos tiempos. Pero esa era la única referencia que teníamos al llegar a Bilbao. ¿Y el resultado? Yo diría que tablas. Por un lado nos encontramos a un Nick Royale encantadísimo al parecer de encontrarse en Bilbao, pues no perdía la ocasión de repetirlo cada vez que abría la boca y se le veía sincero. Pero eso no es suficiente claro está.

El concierto fue claramente de menos a más. Y probablemente sólo alcanzó la intensidad deseada en los tres últimos temas antes de finalizar el primer pase. Si durante todo el show hubiese alcanzado esa intensidad hablaríamos de un notable altísimo, pero no fue así. La banda a excepción del batería que estuvo a la altura, no es comparable a Hellacopters, pero ya sabíamos que esto era otra cosa.

Nick Royale estuvo a altura esperada. Pero quiso y no pudo. Quiso levantar al público, pero quizás no tuvo en cuenta que era miércoles, que los temas de Imperial State Electric todavía no son tan conocidos y mucha gente acudió al concierto más por su pasado que por su presente, o no tuvo la suerte de su lado.

Aún así, no se puede hablar de derrota. Tampoco de decepción. Yo más bien hablaría de una segunda oportunidad. Habrá que esperar un tiempo y repetir. Veremos a ver si como algunos vinos, Imperial State Electric es capaz de mejorar con el tiempo...

De teloneros abrieron Small Jackets pero el vivir en fuera de la supermetrópoli nos impidió ver todo el show. Las dos canciones que alcanzamos a escuchar no parecían mala cosa. Poco más podemos decir.

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