jueves, noviembre 27, 2014

Stiff Little Fingers, sin vuelta atrás

En pleno apogeo del punk en Euskadi uno de los grupos foráneos que más trascendencia alcanzó entre nosotros y nosotras fueron Stiff Little Fingers.Sin duda, les ayudó aquella versión que Kortatu hizo del Doesn’t make it all right, aunque curiosamente los creadores originales del tema habían sido The Specials. Pero claramente Kortatu había versionado hasta el último detalle la adaptación que S.L.F. publicó en Nobody’s hero.

Es normal entonces que cuando S.L.F. visitaron Euskadi por primera vez, el polideportivo de Arrasate a punto estuvo de reventar en un concierto que fue memorable y probablemente uno de los hitos del punk en Euskadi. Junto a otros pocos conciertos de otras bandas internacionales de pegada como Exploited y U.K. Subs en Ermua o Cockney Rejects y Peter & the test tube babies, con Soberphobia recién editado, en la misma localidad bizkaina.

El caso es que S.L.F. regresaron de nuevo a Euskadi unos años después, pero las aguas ya habían comenzado a retroceder. Tuve oportunidad de volver a verlos de nuevo por ejemplo en Oiartzun en la misma sala que una semana después se hundiría su suelo en un concierto de Bad Religion en lo que pudo ser una catástrofe. Tengo curiosamente mejor recuerdo de ese segundo concierto de Oiartzun que del de Arrasate, pues en el primero era tanta la cantidad de gente aglomerada que la atmosfera era asfixiante y el sonido fue bastante deficiente.

A lo largo de su trayectoria S.L.F. han grabado un buen número de trabajos y todos han estado a buen nivel. No sólo los míticos Inflammable Material, Nobody’s hero y Go for it. Por ejemplo y sobre todo Flags & Emblems, del que se dice que es la última grabación en la que participó Rory Gallagher, o Get a life,  son dos buenos discos sw mediados de los 90. Desde entonces entre una y otra recopilación editaron algunos discos nuevos de los que no tengo muchas referencias, la verdad.

El caso es que ayer miércoles día 26, S.L.F. regresaron a Bilbao para presentar su último trabajo: No going back. Disco del que se ha escrito que se ha financiado mediante crowfunding y la cantidad necesaria para sacarlo adelante se recaudo en tan sólo 12 horas. El caso es que como no podía ser de otra manera nos acercamos a Bilbao para escuchar que podían ofrecer S.L.F. en 2014 y salimos satisfechos.

Del nuevo disco tocarían unos 3 ó 4 temas. Pero como siempre empecemos por el principio. Como su gran disco en directo, See you up there, la sintonía de inicio fue el Go for it y desde el principio la banda quiso meterse al público en el concierto y todos sus temas míticos fueron cayendo uno tras otro. Casi sería más fácil decir cual se dejaron en el tintero así que diré que personalmente solo eche a faltar una gran canción como Fly the flag y Jhonny was y la verdad que ahora mismo, 24 horas después, tengo dudas de si tocaron o no el Gotta Gettaway, porque todas las demás: Suspect Device, Nobody’s hero, Alternative Ulster, Tin soldiers, Wasted life, Barbed wire love, Roots Radicals Rockers & Reggae, Doesn’t make it all right y un largo etcétera estuvieron allí para hacer las delicias del público.

Lo mejor de todo fue comprobar que traían un set trabajado y que lo desarrollaron a la perfección, que la garganta de Jake Burns se mantiene en perfecto estado y que aunque por el camino se han quedado algunos de los míticos componentes de la banda como Henry Cluney o que quien fuera miembro de The Jam, Bruce Foxton ya no es el bajista de la banda, curiosamente ha sido sustituido  por el bajista original Ali McMordie. También el sonido estuvo a gran altura y hubo tiempo para el recuerdo a The Clash y a Joe Strummer en especial.

Para terminar un buen concierto y la oportunidad de reencontrarse con Stiff Little Fingers, una de las bandas que ha escrito algunas de las mejores canciones del punk internacional.

domingo, noviembre 23, 2014

The Nomads en Donostia, por encima de las adversidades

Ayer nos acercamos a Donostia para disfrutar de nuestra cita casi anual con The Nomads. A estas alturas ya poco hay que escribir, al menos en este blog, sobre la veterana banda sueca. Buenos temas, actitud, entrega, poderosos riffs, simpatía… todas estas cualidades y muchas más se presuponen en un concierto de The Nomads. Así que es necesariamente satisfactorio cumplir con el ritual de acudir a uno de sus conciertos.

Entrando en Intxaurrondo y desconociendo a dónde tenemos que dirigirnos para encontrar la casa de cultura  de Larronetxe, en la que se celebra el concierto, preguntamos a un taxista hacia donde tenemos que dirigirnos. Amablemente nos indica que en cuanto nos “empotremos literalmente” con el cuartel que tristemente hizo famoso el general Galindo, giráramos a la izquierda. De camino a “empotrarnos”, nos encontramos con un grupo de personas que avanza por una plaza. Es la formación de The Nomads al completo. Parece una buena señal de lo que nos espera.

Y sin embargo, ayer apareció una circunstancia inesperada. La garganta de Niklas Vahlberg no está a la altura. Tras abrir con Miles away él mismo se encarga de aclarárnoslo. La juerga y el esfuerzo de la noche anterior en Valencia han pasado factura. Sus cuerdas vocales están exhaustas y en varios tramos del concierto apenas si puede recitar las letras de las canciones. Parece que todo va a venirse abajo. Quizás otra banda hubiera cancelado el concierto o el público se lo hubiera reprochado; pero ayer las debilidades se convirtieron en oportunidades. La banda se entregó con denuedo a hacernos disfrutar. El público le reconoció el esfuerzo y optó por disfrutar del concierto. Las 200 o 300 personas que acudimos valoramos por encima de todo la profesionalidad y el sacrificio, y si no se podía disfrutar de unos Nomads en plenas facultades, disfrutamos de lo que podían ofrecernos, entrega, clase y tesón; presuponiendo lo que podría haber sido si la banda hubiera estado al 100%.

Y en este punto de esta desordenada crónica, regresemos al inicio. Cuando nos enteramos que The Nomads tocaban en Donostia, leemos que los teloneros serán Petti ta Etxeko Uzta. Inculto reconocido, sé que Petti tiene una larga carrera como músico, pero siempre le he relacionado más, desconozco el motivo, con una faceta de solista y música más intimista. Así que me sorprende verlo incluido en un cartel junto a la enérgica banda sueca. Pero siempre hemos defendido el mestizaje y pensamos que es una buena oportunidad para descubrir que es lo que hace actualmente el músico de Bera. Primera sorpresa, el concierto de Petti es una verdadera bomba y sus canciones acompañadas de Etxeko uzta suenan poderosas, eléctricas, vigorosas, con guitarras acidas y que golpean directamente en el pecho y en el cerebro. Desde luego con una propuesta como esta, Petti está capacitado para tocar con The Nomads o con cualquier otro grupo de rock poderoso. Solos afilados, grandes temas, slide guitars, voz potente, canciones rabiosas. Petti y su banda ofrecen un concierto extraordinario. Y por si fuera poco su sonido, como luego podremos comprobar, es extraordinario. Mucho mejor, por cierto, que el que luego tendrían The Nomads.

Así que para empezar una más que grata sorpresa y una autoreflexión necesaria y esperanzadora: afortunadamente al lado de casa tenemos grandes músicos, aunque en nuestro debe hay que apuntar que la rutina o las prisas nos hacen dedicar poco tiempo a descubrir nuevos grupos. Y no será porque Petti no tenga una trayectoria. En cualquier caso disfrutamos con su concierto y me conjuro para dedicarle un tiempo futuro a descubrir su propuesta. En definitiva hicieron un muy buen concierto y me encantaron.

Regresemos a The Nomads. Reseñado el principal problema, que es la fatigada garganta del vocalista. Todo lo demás fue una fiesta. The Nomads aunque sonaron peor que Petti se entregaron al espectáculo. El público, adulto, disfrutó de lo lindo y en las primeras filas convirtieron el concierto en un jolgorio. El grueso de la actuación estuvo marcado por los temas del esplendido Solna…. Aunque no faltaron canciones anteriores como Crystal ball y por supuesto algunas de esas canciones de The Nomads que han marcado una época como Bad vives, Primordial Ooze o Don’t kill the messenger; versiones, Sixteen forever… Y como no puede ser de otra manera extrañamos otras grandes canciones como Bangkok o Fire & Brimstone. Pero todo no se puede tener.

El simpático Hans Ostlund cantó 3 composiciones para dar tregua a la garganta de su compañero mientras hacia sus particulares gestos al sacar chispas a las cuerdas de su guitarra y todo la banda creo que se sintió emocionada por el calor que recibió del público que lejos de reprocharle sus problemas, se dedicó a hacer del concierto un ritual y lo consiguió incrementando el feeling hasta el mismo punto final del concierto.

Así que recapitulando. The Nomads no pudieron estar al 100%, pero se entregaron y fueron creciendo al ver que el público no les reprochaba nada si no que quería disfrutar. Descubrimos a Petti, que dio un concierto redondo y de paso una coqueta sala para conciertos de pequeño o medio formato que personalmente son los que más me gustan. Así que noche redonda en Intxaurrondo.

Antes de irnos y con la sonrisa en la boca nos compramos un single de edición limitada editado específicamente para esta gira estatal con Hangman’s wall y Fine fine line. Y por supuesto cuando The Nomads regresen a Euskadi, ahí estaremos……

miércoles, noviembre 19, 2014

El sueño de Meteor Slim, la tristeza profunda del blues

Podríamos decir que todo en este comic es un acierto. Desde las preciosas ilustraciones en blanco y negro, con esa indefinición entre el borrón y el difuminado; esquemáticas en muchas ocasiones, pero repletas de delicadeza en otras. La dura historia del joven músico negro del Sur de los EE.UU. que pretende triunfar con su guitarra cuando en Europa está a punto de desatarse la II Guerra Mundial. El mezclar personajes reales y míticos de la historia del blues como Robert Johnson o Jhonny Shines que se entrecruzan con la vida de nuestro irreal perdedor: Meteor Slim, quien curiosamente dice llamarse Edward Ray Cochran como el famoso músico blanco que está a punto de nacer. No es la única usurpación de nombre que el lector que decida sumergirse en este gran comic de Frantz Duchazeau encontrará en el trascurso su lectura.

Pero el lector encontrará más elementos que convierten la lectura de este álbum en un placer. Como la guía de viejos temas que se reseñan en el desarrollo de la historia para poder escucharlos mientras se disfruta de cada viñeta. Ahí aparecen temas de Robert Johnson o J. B. Lenoir, y también otras pequeñas joyas del blues del delta como la sumamente pornográfica Shave’em dry interpretada por Lucille Bogan.

En definitiva un pequeño compendio de grandes temas clásicos de blues que para un neófito como el que esto escribe ha convertido este Sueño de Meteor Slim en una gran compañía para este invierno que trata de enfriar nuestras casas. Y la historia, claro, triste como no puede esperarse otra cosa de un gran blues. Una pequeña obra maestra.