viernes, febrero 27, 2015

La Verdad, literatura existencial de corto recorrido

De vez en cuando a uno le gusta acercarse a otras literaturas más lejanas.  Así que cuando se presento la oportunidad de leer a una escritora finlandesa, como Riika Pulkkinen, no la deseché. No tenía ninguna referencia externa anterior, ni ahora que he acabado la lectura, tampoco. Así que estas líneas que vas a leer son fruto de una reflexión reposada de lo que he ido regurgitando en mi cabeza durante unos cuantos días.

Es un libro correcto, mínimo, que desiste, conscientemente, de entrar al fondo de un análisis sobre las relaciones interfamiliares y los problemas del pasado. De estructura trabajada y correcta, tiene a mi entender un deje de escuela de escritura; en el sentido de que quizás todo es demasiado previsible, tanto en la forma narrativa (varias voces alternadas, capítulos breves, las dos historias que avanzan de manera conjunta para finalizar a la vez, el intento de utilizar la música para calificar épocas, etc.) como en el fondo estilístico (la nieta que investiga, la protagonista difunta que sufre el desplante de su amante y el robo de sus aventuras, la abuela enferma y próxima a la muerte, el abuelo artista, la madre médica, etc.).

Y sin embargo, es una novela correcta. Más allá de la literatura de consumo rápido; pero también a mi entender sin mucha capacidad para trascender.

Hay un solo momento en el que la novela podría haber alcanzado mayor potencia, que es aquel en el que la joven nieta parece decantarse hacia un enfrentamiento con su abuelo por la forma en que este trató a su mujer engañada y a su amante utilizada. Pero ese momento de clímax se viene abajo, porque la autora desiste de llevar el enfrentamiento hasta el final, en realidad sólo lo deja intuir, con el pretexto del respeto a la autonomía personal del individuo. Algo que por otra parte parece muy de manual en lo que esperamos de las sociedades nórdicas.

En cualquier caso una novela que se lee sin grandes dificultades, con ciertas pretensiones; eso sí, pero que deja poco poso… Agradable, sin más.

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