miércoles, noviembre 25, 2015

Julián Maeso, un concierto rabioso

El pasado sábado fue un día bastante desapacible, climatológicamente hablando. Pero quizás por eso aproveché la ocasión para acercarme a un concierto de Julián Maeso. Aunque no fue un plan de ultimísima hora, tampoco lo tenía muy decidido, porque tampoco conocía mucho de la obra musical de Julián.

Aún así también había algunos elementos a favor. En principio, el concierto estaba dentro del ciclo mensual de blues de Lobiano Kultur Gunea, en Ermua y en las anteriores ocasiones que me había acercado muy pocas veces había salido decepcionado. Además como he dicho anteriormente el tiempo no invitaba a alternar y por último sí que sabía que Julián Maeso había formado parte de una banda de cierto prestigio, como Sunday Drivers, a la que ciertamente yo tampoco había prestado mucho caso.

De modo que empujados por el frio y la lluvia entramos en el precioso salón de conciertos de Ermua y ahora podemos decir que bendito frio y bendita lluvia, porque el concierto fue vigoroso, intenso y disfrutable al 100%.

No conocía ninguna de las canciones y si alguna conocía como un par de versiones que el mismo Julián tuvo la bondad de anunciarnos, estaban tan modificadas que eran difícilmente reconocibles.

El sonido comenzó estando un pelín desajustado, pero rápidamente alcanzo una calidad notable. Y digo notable, porque el propio Julián fue el más afectado por el ruido e incluso los problemas técnicos. Tanto que por un momento incluso se quedo sin amplificación y resuelto agarró una guitarra eléctrica para marcarse un temazo a pelo transitando entre el público. Fue uno de los momentos más mágicos de la noche. Por el contrario tanto la batería, como un extraordinario Pere Mallén a la guitarra brillaron con luz propia por su pericia y buen gusto musical con sus respectivos instrumentos.

El concierto transcurrió por diversos palos sin desacertar en ninguno: blues del Delta, blues de New York, rythm & blues, jazz, un punto de psicodelia, rock, slide guitars…. Para todo hubo tiempo en 2 deliciosas y largas horas de concierto. En los últimos compases Julián incluso trataría de agarrarse al bajo y una vez más los problemas técnicos le obligaron a sentarse nuevamente frente al teclado para extraer su muy particular sonido del mismo. A destacar personalmente además del trabajo del trío en su concierto y de Julián Maeso con frontman el buen hacer, el buen gusto y el buen sonido de Pere con la guitarra.

En definitiva, un gran concierto que creo hizo las delicias de todo el público. Tanto me gustó el concierto que allí mismo me compré su último trabajo One way ticket to Saturn en vinilo y así descubrí la feliz idea de regalar un ticket de descargar del mismo disco en sonido digital de alta calidad. Este el tipo de iniciativas, sumadas al hecho de que fuera un accesible y simpático quien atendiera al respetable, que particularmente agradezco en estos tiempos tan complicados para la música. ¡Soberbios!
Julián

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