sábado, febrero 13, 2016

Anni B Sweet, como un sueño

Hay sueños de todo tipo. De esos que acongojan y de los que tratamos de huir. Pesadillas que nos estremecen. Sueños divertidos y sueño eróticos. Pero al menos en mi caso, la mayoría de los sueños me cuesta recordarlos pasados tan solo 5 minutos después de haberme despertado.

Esto es un poco lo que me ocurrió tras el concierto de ayer de Anni B Sweet. Y es curioso, porque el concierto fue mucho más que correcto. Anni B Sweet tiene canciones cuanto menos honestas y una voz portentosa. Estuvo acompañada por una banda solvente, con un batería notable y un guitarrista excelente. De esos que da gusto escuchar. El sonido fue perfecto y la conjunción entre los miembros de la banda y Anni B. Sweet, de una perfección propia de la mecánica de precisión. Puede que hasta demasiado perfecta. Eso sí, algo que yo valoro especialmente, como es la actitud, brilló por su ausencia.

Algún día, alguien debiera de estudiar el porqué personas que cantan e interpretan con calidad constatable, se desintegran sobre sí mismas cuando simplemente tienen que hablar ante el mismo público para el que están interpretando sus composiciones. Esto no es una crítica, es probable que las personalidades sean así. La naturaleza prima con unas cualidades a quienes arrebata otras.

Seguramente esto no es más que otra prueba de la autenticidad de Anni B Sweet, pero desde luego surgía un anticlímax en cada pausa que se ejecutaba en el set del concierto. Sería conveniente que perdiera contención, abandonara cierta modosidad y ganara en naturalidad. Si mostrara un poco más de furia, sus conciertos alcanzarían otro nivel.

Alguien dirá que hacerlo la convertiría en otra intérprete, porque perdería ese sweet de su nombre. Pero su música tiene garra y la banda que la acompaña disfrutaría mucho más dando rienda suelta al ímpetu que sin duda esconde, porque se percibe que capacidad le sobra para hacerlo.

Como no podía ser de otra manera el concierto giró en torno a los temas de su último álbum Chasing Illusions, y el concierto alcanzó su cenit al interpretar Doctor, también se me abrieron los ojos en algún momento puntual en el que Anni se desata y su voz me recuerda vagamente a… Pat Benatar.

Pero el resto transcurrió como un sueño agradable, pero con escaso poso. No tengo dudas de que los incondicionales de Anni disfrutaron en el concierto de ayer, porque yo mismo me pregunto cómo es posible que un concierto milimetrado, con sonido excelente, temas competentes y una excelente voz me dejara pelín decepcionado. Quizás porque esperaba más…

Y es que lo siento, pero a mí ayer Anni B Sweet me dejo frio.

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